¿Y si el agua dejara de ser solo un insumo y empezáramos a verla como un activo estratégico?
Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), se estima que para 2050 la demanda de agua en América Latina y el Caribe aumentará un 43%, casi el doble del promedio global (20–25%) [1].
Este contexto nos obliga a replantear la forma en que gestionamos el agua en nuestras organizaciones. Ya no basta con medir el consumo y cumplir con la normativa. La continuidad operativa, la eficiencia energética, la reputación corporativa y la resiliencia frente al cambio climático están directamente ligadas a cómo gestionamos el recurso hídrico.
Frente a esta problemática, una alternativa es la economía circular del agua. Un enfoque que no solo reduce riesgos, sino que abre oportunidades para innovar, ahorrar, generar valor y conectar con las expectativas de clientes, inversionistas y comunidades.
Este artículo es una invitación a mirar el agua con otros ojos. A entender cómo las normas ISO —desde la ISO 59010 sobre economía circular, hasta las ya conocidas ISO 14001, 46001, 14046, 50001 y 14064— pueden convertirse en una hoja de ruta práctica para transformar la gestión del agua en nuestras empresas.
Principales desafíos en la gestión eficiente del recurso hídrico
En América Latina, hablar de agua es hablar de contrastes. Somos una región con el 30% del agua dulce del planeta, pero también con una de las distribuciones más desiguales y vulnerables [2]. Mientras algunas zonas enfrentan inundaciones cada temporada, otras viven bajo estrés hídrico crónico. Y en medio de todo esto, las empresas —grandes, medianas y pequeñas— siguen operando como si el agua estuviera garantizada.
La realidad es que no lo está por los siguientes factores:
1. Infraestructura obsoleta y pérdidas invisibles.
En muchas ciudades de la región, más del 40% del agua potable se pierde antes de llegar al usuario final, debido a fugas, conexiones ilegales o redes deterioradas [3]. Esto no solo representa un desperdicio de recursos, sino también un costo oculto que las empresas terminan asumiendo en sus tarifas y en su reputación.
2. Clima extremo y fuentes inestables.
El cambio climático ya no es una amenaza futura. Sequías prolongadas, lluvias torrenciales, deshielos acelerados y eventos extremos están afectando la disponibilidad y calidad del agua. Según el Banco Mundial, el impacto del cambio climático en el agua podría reducir el crecimiento económico de algunos países hasta en un 6% del PIB para 2050 si no se toman medidas urgentes [4].
Para una empresa, esto se traduce en interrupciones operativas, aumento de costos, conflictos con comunidades y riesgos regulatorios.
3. Gestión fragmentada y visión lineal.
Muchas organizaciones aún gestionan el agua desde una lógica linea. Se mide el consumo, se reporta el cumplimiento legal y se sigue adelante. Pero esta visión deja por fuera todo el potencial de valor que tiene el agua cuando se gestiona de forma circular: reúso, recuperación de energía, reducción de emisiones, eficiencia energética, innovación en procesos y productos.
Además, la gestión del agua suele estar dispersa entre áreas: mantenimiento, producción, sostenibilidad, finanzas. Sin una visión integrada, se pierden oportunidades y se duplican esfuerzos.
4. Falta de datos y métricas accionables.
Muchas empresas no saben cuánta agua consumen por línea de producción, cuánta pierden por fugas o cuánta podrían reutilizar. Sin datos, no hay decisiones. Y sin decisiones, no hay transformación.
Aquí es donde las normas ISO se vuelven aliadas clave. Porque no se trata solo de tener buenas intenciones, sino de contar con un sistema que permita medir, comparar, mejorar y escalar.
5. Economía circular y agua: una oportunidad transformadora.
Durante décadas, la gestión del agua en las empresas ha seguido un modelo lineal: captar, usar, tratar (si acaso) y desechar. Pero ese modelo ya no da más. No solo es ambientalmente insostenible, también es financieramente ineficiente y operativamente riesgoso.
La economía circular del agua propone algo distinto: cerrar el ciclo. No se trata solo de consumir menos, sino de rediseñar cómo usamos el agua, cómo la tratamos, cómo la reutilizamos y cómo generamos valor a partir de lo que antes considerábamos “residuos”.
Economía circular del agua: una estrategia con impacto real.
En términos simples, es pasar de ver el agua como un recurso de “usar y botar” a tratarla como un activo que se puede:
- Reducir: optimizando procesos, eliminando fugas, ajustando consumos.
- Reutilizar: aprovechando corrientes internas para usos no críticos (como limpieza, enfriamiento o riego).
- Reciclar: con tecnologías como ultrafiltración, MBR o ósmosis inversa para devolver el agua a procesos más exigentes.
- Recuperar: energía (biogás, calor residual), nutrientes (nitrógeno, fósforo) y hasta materiales valiosos.
- Repensar: rediseñar procesos, cambiar equipos, modificar hábitos y alinear incentivos.
Este enfoque no es solo técnico, es estratégico. Permite a las empresas:

Fuente: elaboración propia.
En América Latina ya hay ejemplos concretos. La planta La Farfana, en Santiago de Chile, recupera biogás de sus lodos y lo inyecta a la red de gas natural, generando ingresos por más de 1 millón de dólares al año y reduciendo 19.788 toneladas de CO₂e anuales (CEPAL, 2022). En México, varias PTAR medianas han demostrado que con inversiones bien dirigidas pueden generar su propia energía, reducir emisiones y crear empleos verdes [3].
Estos casos son decisiones estratégicas, basadas en datos, tecnología y gestión. Y lo más importante: son replicables.
La economía circular del agua es una respuesta inteligente a un contexto que cambió. Y es, también, una oportunidad para que las empresas lideren la transición hacia una nueva forma de producir, más eficiente y resiliente.
- Normas ISO y GTC 314 (BS 8001:2017) : La hoja de ruta para una gestión circular del agua.
Hablar de economía circular sin una guía clara es como tener un mapa sin brújula. Aquí es donde las normas internacionales y nacionales se convierten en aliadas estratégicas. No son solo “requisitos para certificar”, son herramientas prácticas para transformar la forma en que las empresas gestionan sus recursos, especialmente el agua.
2. La familia ISO 59000: el marco de la circularidad.
La serie ISO 59000 es el corazón normativo de la economía circular. No se trata de una norma más, sino de un cambio de enfoque: pasar de la eficiencia puntual a la eficacia sistémica. Esta familia incluye:
- ISO 59004: establece los principios, terminología y fundamentos de la economía circular.
- ISO 59010: guía la implementación práctica de estrategias circulares en organizaciones.
- ISO 59020: define cómo medir y verificar la circularidad con indicadores comparables y confiables.
Aplicadas al agua, estas normas permiten diseñar una estrategia que no solo reduzca el consumo, sino que cierre ciclos, recupere valor y conecte el agua con la energía, el carbono y las finanzas.
3. Normas ISO complementarias para una gestión integral.
La circularidad del agua no ocurre en el vacío. Podría integrarse con otros sistemas de gestión que ya existen en muchas organizaciones:
- ISO 14001 (Gestión Ambiental): establece la base para integrar la circularidad en la política, objetivos y procesos ambientales.
- ISO 46001 (Gestión Eficiente del Agua): permite mapear consumos, establecer líneas base y priorizar acciones de eficiencia y reúso.
- ISO 14046 (Huella de Agua): ayuda a identificar los “puntos calientes” en la cadena de valor y rediseñar procesos con enfoque de impacto.
- ISO 50001 (Gestión de la Energía): permite optimizar el uso de energía en procesos hídricos, logrando sinergias agua-energía.
- ISO 14064 (Gestión de Gases de Efecto Invernadero): cuantifica las emisiones evitadas por proyectos hídricos, habilitando acceso a financiamiento climático.
4. GTC 314:2020 – El marco colombiano para la economía circular.
En Colombia, la GTC 314:2020 (adopción de la BS 8001:2017) ofrece un marco flexible de ocho etapas para implementar la economía circular en cualquier tipo de organización. Esta guía es especialmente útil para empresas que están comenzando su transición o que quieren estructurar su estrategia de forma más robusta [5].
Sus seis principios —pensamiento sistémico, innovación, gestión responsable, colaboración, optimización de valor y transparencia— son perfectamente aplicables a la gestión del agua. Además, la GTC 314 (BS 8001:2017) propone herramientas como:
- Evaluación del nivel de madurez circular de la organización.
- Diseño de modelos de negocio circulares.
- Integración de la circularidad en compras, contratos, logística, finanzas y cultura organizacional.
5. Normas que transforman: de la gestión técnica a la estrategia circular.
Sin una estructura clara, la circularidad se queda en buenas intenciones. Las normas ISO y la GTC 314 (BS 8001:2017) permiten pasar de la inspiración a la ejecución. Son el puente entre el diagnóstico y el cambio real.
La gestión del agua no es solo una cuestión técnica. Es una decisión estratégica que impacta la cultura organizacional, la resiliencia operativa y la reputación corporativa.
La economía circular del agua no es una utopía. Es una realidad que ya está ocurriendo en empresas que decidieron ver más allá del medidor de consumo. Que entendieron que el agua no es un costo oculto, sino un activo circular capaz de generar valor ambiental, económico y social.
Las normas ISO y la GTC 314 (BS 8001:2017) no son solo documentos. Son herramientas vivas. Son el lenguaje común que permite coordinar cientos de decisiones diarias, desde el diseño de procesos hasta la compra de equipos, desde la formación del personal hasta la narrativa de impacto que llega al cliente.
Si lideras una empresa en Colombia o en América Latina, esta es la pregunta que te puede cambiar el rumbo:
¿Y si el agua dejara de ser un riesgo operativo para convertirse en tu ventaja competitiva?
En Prisma Consultoría, construimos esa respuesta contigo. Con método, métricas y propósito. Integramos la economía circular, la gestión ambiental, la eficiencia energética y la huella hídrica y de carbono en una hoja de ruta que funciona en tu planta, en tu negocio y en tu realidad.
Elaborado por: Andrea Catalina Garrido
agarrido@prismaconsultoria.com
Consultora en Sistemas de Gestión y sostenibilidad
Prisma Consultoría SAS
Referencias.
[1] Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). (2024, 26 de junio). Quedándonos secos: Abordando el estrés hídrico en América Latina y el Caribe. PNUD. https://www.undp.org/es/latin-america/blog/quedandonos-secos-abordando-el-estres-hidrico-en-america-latina-y-el-caribe
[2] Banco Mundial. (2015, 13 de mayo). Con las mayores reservas de agua dulce en el mundo, es una de las más afectadas por el cambio climático. https://www.bancomundial.org/es/news/feature/2015/05/13/con-las-mayores-reservas-de-agua-dulce-en-el-mundo-es-una-de-las-mas-afectadas-por-el-cambio-climatico.
[3] Saravia Matus, S., Gil Sevilla, M., Fernández, D., Montañez, A., Blanco, E., Naranjo, L., Llavona, A., & Sarmanto, N. (2022). Oportunidades de la economía circular en el tratamiento de aguas residuales en América Latina y el Caribe (Serie Recursos Naturales y Desarrollo N° 213, LC/TS.2022/193). Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
[4] Banco Mundial. (2016, 3 de mayo). La escasez de agua provocada por el clima podría afectar el crecimiento económico hasta en un 6 % en algunas regiones. https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2016/05/03/climate-driven-water-scarcity-could-hit-economic-growth-by-up-to-6-percent-in-some-regions-says-world-bank
[4] Saravia Matus, S., Gil Sevilla, M., Fernández, D., Montañez, A., Blanco, E., Naranjo, L., Llavona, A., & Sarmanto, N. (2022). Oportunidades de la economía circular en el tratamiento de aguas residuales en América Latina y el Caribe (Serie Recursos Naturales y Desarrollo N° 213, LC/TS.2022/193). Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
[5] ICONTEC. (2020). Guía Técnica Colombiana GTC 314:2020. Marco para la implementación de los principios de la economía circular en las organizaciones (Adopción idéntica de la BS 8001:2017). Instituto Colombiano de Normas Técnicas y Certificación (ICONTEC).
[6] Smol, M., Adam, C., & Preisner, M. (2020). Circular economy model framework in the European water and wastewater sector. Journal of Material Cycles and Waste Management, 22(3), 682–697. https://doi.org/10.1007/s10163-019-00960-z
