Como experto en sostenibilidad, es un placer abordar la fascinante interconexión entre la certificación LEED y la norma ISO 50001:2018, dos pilares fundamentales en la promoción de edificaciones más sostenibles y una gestión energética eficiente. Aunque cada una opera con un enfoque distinto, sus objetivos finales de reducir el impacto ambiental y mejorar el desempeño son notablemente complementarios.

LEED y la ISO 50001: Enfoques Complementarios para la Sostenibilidad Energética

LEED, que significa Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental, se ha convertido en la credencial de sostenibilidad más reconocida a nivel mundial en el ámbito de la construcción. Proporciona un marco holístico y un sistema de clasificación versátil que se puede aplicar a casi cualquier tipo de proyecto de edificación, desde nuevas construcciones hasta renovaciones importantes, e incluso para hogares y desarrollos urbanos. Su objetivo principal es demostrar la sostenibilidad de los proyectos de construcción a través de un proceso riguroso de evaluación por parte de profesionales externos. Los proyectos LEED buscan reducir la contribución de los edificios al cambio climático, mejorar la salud humana, preservar los recursos hídricos y proteger los ecosistemas, entre otros aspectos clave. La certificación ayuda a minimizar la huella de carbono de las empresas y realza sus credenciales ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).

Por otro lado, la norma ISO 50001:2018 se centra en la implementación de un sistema de gestión de la energía (SGEn) dentro de una organización, sin importar su tipo o tamaño. Su objetivo es permitir a las organizaciones establecer sistemas y procesos para mejorar continuamente su desempeño energético, incluyendo la eficiencia, el uso y el consumo de energía. Basada en el ciclo de mejora continua Planificar-Hacer-Verificar-Actuar (PHVA), esta norma integra la gestión energética en las prácticas operacionales existentes de una organización, promoviendo una cultura de mejora continua.

Mientras que LEED se enfoca en el “qué” de un edificio verde, es decir, sus características de diseño, construcción y operación sostenibles, la ISO 50001 aborda el “cómo” una organización gestiona su energía de manera sistemática y continua. Un edificio certificado LEED, por ejemplo, tendrá un diseño inherente que optimiza la energía, mientras que una organización con la ISO 50001 establecerá los procesos internos para asegurar que esa optimización se mantenga y mejore a lo largo del tiempo, no solo en un edificio, sino en todas sus operaciones.

Requisitos Comunes y Complementarios en Materia de Energía

Ambos modelos comparten una preocupación central por la energía y el impacto ambiental asociado.

Puntos Comunes:

  • Eficiencia Energética y Reducción de Emisiones: Ambos enfatizan la mejora de la eficiencia energética y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. LEED busca la reducción de la huella de carbono a través de la eficiencia energética y la consideración del carbono incorporado en los materiales. La ISO 50001 tiene como objetivo principal la mejora continua del desempeño energético, lo que naturalmente lleva a la reducción de las emisiones relacionadas con la energía.
  • Medición y Monitoreo: La recolección de datos y el monitoreo del desempeño energético son fundamentales para ambos. LEED exige la medición del uso de energía de todo el edificio y promueve la submedición de usos finales. La ISO 50001 requiere la definición de indicadores de desempeño energético (IDEn) y líneas de base energética (LBEn), así como la planificación de la recopilación de datos de energía y el seguimiento continuo.
  • Diseño y Adquisición: La consideración de la energía en las fases de diseño y adquisición es crucial. LEED promueve la integración de la eficiencia energética desde el diseño inicial, incluyendo la selección de equipos y materiales. La ISO 50001 especifica la necesidad de considerar el desempeño energético en el diseño de nuevas instalaciones y en la adquisición de productos, equipos y servicios que consumen energía.
  • Mejora Continua: Si bien LEED se centra en la certificación inicial de un proyecto, también fomenta la búsqueda de niveles de certificación superiores y la recertificación, lo que implica una mejora continua. La ISO 50001, por su parte, se basa en el ciclo PHVA para asegurar una mejora sistemática y perpetua del desempeño energético.

Puntos Complementarios:

  • Enfoque Holístico vs. Sistemático: LEED ofrece un enfoque holístico para la sostenibilidad del edificio, abarcando múltiples categorías más allá de la energía, como el uso del agua, los materiales, la calidad ambiental interior y los sitios sostenibles. La ISO 50001 es específicamente un sistema de gestión, proporcionando una estructura para la gestión organizada y la mejora de la energía en todas las operaciones de una organización.
  • Reconocimiento Externo vs. Gestión Interna: LEED proporciona una certificación de tercera parte ampliamente reconocida que un proyecto puede utilizar para demostrar su sostenibilidad a inversores y ocupantes. La ISO 50001, aunque también certificable, se centra más en la disciplina interna y la mejora operacional que resulta en ahorros de costos y cumplimiento regulatorio.
  • Objetivos de Proyecto vs. Estrategia Organizacional: LEED ayuda a establecer objetivos de desempeño energético específicos para un proyecto de construcción dado. La ISO 50001, por su parte, integra la gestión de la energía en la dirección estratégica de toda la organización, asegurando que las metas energéticas estén alineadas con objetivos de negocio más amplios.

Requisitos Energéticos en el Ciclo de Vida de la Edificación

Aquí se presenta una tabla que detalla los requisitos energéticos para cada etapa del ciclo de vida de un edificio, según las directrices de LEED y la norma ISO 50001:2018, evitando referencias numéricas explícitas:

Etapa del Ciclo de Vida de la EdificaciónLEED (Requisitos de Energía)ISO 50001:2018 (Requisitos de Energía)
Planificación y Diseño– Establecimiento de metas de desempeño energético para la edificación que busquen una eficiencia superior.- Incorporación de estrategias de diseño para la eficiencia energética, como aislamiento avanzado, ventanas de alto rendimiento y sistemas de iluminación eficientes.- Integración de fuentes de energía renovable, tanto en el sitio como a través de sistemas comunitarios.- Consideración de la electrificación del edificio para alinearse con una futura red de energía renovable.- Diseño para el monitoreo detallado del uso de energía en todo el edificio.- Consideración de la reducción del carbono incorporado en los materiales de construcción.– Realización de una revisión energética para identificar los usos significativos de la energía y las oportunidades sustanciales de mejora.- Establecimiento de indicadores de desempeño energético (IDEn) y líneas de base energética (LBEn) que permitan la comparación a lo largo del tiempo.- Definición de objetivos y metas energéticas medibles que sean coherentes con la política energética de la organización.- Planificación de acciones para mitigar riesgos y capitalizar oportunidades relacionadas con el desempeño energético.- Integración de consideraciones de desempeño energético en el diseño de nuevas instalaciones o modificaciones de equipos y sistemas que consumen energía.
Construcción– Implementación de medidas para una reducción notable de las emisiones de dióxido de carbono durante el proceso de construcción.- Promoción activa del uso de materiales de construcción ecológicos y con contenido reciclado para minimizar el impacto ambiental y el carbono incorporado.– Implementación de controles operacionales planificados para asegurar la gestión eficiente de los usos significativos de la energía.- Asegurar que el personal involucrado en la construcción y las operaciones sea competente en aspectos que afectan el desempeño energético.- Mantenimiento de información documentada precisa sobre los procesos y resultados energéticos.
Operación y Mantenimiento– Medición y monitoreo continuo del uso de energía de todo el edificio.- Optimización del desempeño energético a través de la instalación de sistemas de automatización de edificios y la submedición de una porción considerable de usos finales de energía.- Gestión adecuada de refrigerantes para minimizar las fugas y su impacto ambiental.- Adopción de prácticas de gestión energética como el uso de termostatos inteligentes, iluminación de bajo consumo y mejora del aislamiento.- Implementación de estrategias para reducir el viaje vehicular, contribuyendo a la calidad del aire exterior.- Consideración de la participación en programas de respuesta a la demanda energética.– Realización de seguimiento, medición, análisis y evaluación continuos del desempeño energético del edificio.- Normalización de los valores de los IDEn y las LBEn cuando las variables relevantes cambian significativamente para asegurar comparaciones justas.- Investigación proactiva y respuesta a desviaciones notables en el desempeño energético.- Mantenimiento eficaz de las instalaciones, equipos y sistemas que utilizan energía para asegurar un desempeño óptimo.- Comunicación interna y externa clara y confiable sobre el desempeño energético.
Adquisición– Priorización de la adquisición de electrodomésticos y equipos con alta calificación de eficiencia energética.- Fomento de la adquisición de materiales sostenibles y que contribuyan a la calidad ambiental interior.- Consideración de la energía renovable como un criterio para la adquisición de energía.– Establecimiento de criterios para la evaluación del desempeño energético a lo largo de la vida útil esperada de productos, equipos y servicios que consumen energía y que tienen un impacto significativo.- Informar a los proveedores que el desempeño energético es un factor clave en la evaluación de sus ofertas.- Definir y comunicar especificaciones claras para garantizar el desempeño energético de los equipos y servicios adquiridos, así como para la propia adquisición de energía.
Revisión y Mejora Continua– Búsqueda de recertificación para mantener las credenciales de sostenibilidad y demostrar un compromiso continuo.- Aspiración a niveles de certificación superiores que señalen un desempeño ambiental excepcional.- Impulso de mejoras en sostenibilidad que inspiren a la industria en general.– Realización de auditorías internas periódicas del sistema de gestión de la energía para verificar la mejora del desempeño energético y el cumplimiento de los requisitos.- Revisión regular del sistema por parte de la alta dirección para asegurar su idoneidad continua, adecuación y eficacia, y su alineación con la dirección estratégica.- Identificación y abordaje de no conformidades con acciones correctivas para prevenir recurrencias.- Compromiso con la mejora continua del desempeño energético y del sistema de gestión de la energía.

Consejos para Implementar Ambos Modelos Simultáneamente en un Edificio Público

La implementación conjunta de LEED y la ISO 50001 en un edificio público no solo es factible, sino que puede generar sinergias poderosas, optimizando recursos y maximizando los beneficios de sostenibilidad.

  1. Alineación Estratégica y Liderazgo: Dado que los edificios públicos suelen tener mandatos de eficiencia y sostenibilidad, alinear los objetivos de reconocimiento público y diseño de LEED con la gestión sistemática y ahorros operativos de la ISO 50001 desde la alta dirección es fundamental. Un fuerte compromiso de la gerencia para ambos impulsará el éxito.
  2. Equipo Integrado y Competencia: Designar un equipo multidisciplinario que supervise ambas certificaciones. Este equipo debe incluir personal de diseño, construcción, mantenimiento, adquisiciones y comunicaciones. Asegurarse de que todos los involucrados tengan la competencia y conciencia necesarias sobre las metas energéticas es clave.
  3. Gestión Unificada de Datos Energéticos: Establecer un sistema robusto para la recopilación, monitoreo y análisis de datos de energía. Este sistema centralizado puede alimentar tanto los requisitos de desempeño de LEED como los indicadores de desempeño energético (IDEn) y líneas de base energética (LBEn) de la ISO 50001. Utilizar tecnologías como medidores inteligentes y sistemas de gestión de edificios (BMS) facilitará esta tarea.
  4. Planificación Temprana e Integrada: Para nuevos edificios, incorporar los requisitos de la ISO 50001 (como la revisión energética inicial y la identificación de usos significativos) en las primeras fases de diseño de LEED. Para edificios existentes, la revisión energética de la ISO 50001 puede identificar oportunidades concretas para cumplir los créditos de Operación y Mantenimiento de LEED.
  5. Adquisiciones Sostenibles: Desarrollar políticas de adquisición que prioricen equipos y servicios energéticamente eficientes, alineándose con las directrices de LEED sobre materiales y equipos, y con los criterios de adquisición de la ISO 50001. Esto incluye desde la iluminación hasta sistemas de climatización y proveedores de energía renovable.
  6. Conciencia y Participación de los Ocupantes: Educar y comprometer a todos los usuarios del edificio (empleados, visitantes, personal de mantenimiento) en prácticas de ahorro de energía. Los programas de concientización de la ISO 50001 respaldarán directamente las metas de reducción de energía de LEED a través del comportamiento diario.
  7. Ciclo de Mejora Continua: Utilizar el ciclo PHVA de la ISO 50001 como marco operativo para mantener y mejorar el desempeño energético del edificio a largo plazo. Las auditorías internas y las revisiones por la dirección de la ISO 50001 servirán para asegurar que los logros de sostenibilidad de LEED se sostienen y superan con el tiempo.

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